Edición discográfica con la única obra conocida de Lucia Quinciani

Casi nada se sabe de la primera compositora de monodia publicada conocida. 

Según se deduce, estudió música con Marc’Antonio Negri en Verona.

Solo se la conoce por una composición, una escena de "Udite lagrimosi spirti d'Averno, udite", de “Il pastor fido” de Giovanni Battista Guarini, que se encuentra en el segundo volumen de “Affetti amorosi” de Marc'Antonio Negri (1611), en el que Negri se refiere a Quinciani como su alumna, que precisamente murió ese año alrededor de los 45 años de edad.